20 julio, 2008

Una forma nueva de gobernar



Ahora se lleva mucho la externalización de los servicios, que se contratan en paquetes a empresas externas. Eso permite adelgazar la estructura y racionalizar el gasto. Nos enteramos ayer de que Zapatero va a reunir el próximo jueves a una comisión de expertos economistas para hacer un brain storming sobre la crisis. Dos cabezas piensan más que una, y no digamos diez. Por otra parte, la de Solbes no tenía quién le hiciera compañía dentro del Gobierno, razón por la que ha habido que buscarlas fuera.

Los socialistas catalanes han debido de llegar a la misma conclusión y también han debido de externalizar la redacción de su declaración de principios y por lo que se ve, la empresa agraciada ha debido de ser un consulting de Convergencia i Unió. También pudieron habérselo encargado a María Ostiz. El caso es que Cataluña es:
"una nación con un territorio, una lengua, una cultura y una historia propias que configuran una comunidad nacional", integrada por "todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña con independencia de su origen y de su lengua materna".

Ojo al pleonasmo. Si el texto dijera "todos los ciudadanos y (todas las) ciudadanas de Cataluña" se sobrentendería que se hablaba de los censados (y las censadas, claro). Esa precisión "con independencia de su origen..." suena a " no me importa que sea usted murciano", y sugiere también que se ha externalizado la provisión de ciudadanos.

Otro ojo a la 'comunidad nacional'. Fue una ocurrencia de Rubio Llorente, que Patxi López y los suyos trataron de injertar en su proyecto de nuevo Estatuto, aunque no cuajó, después de que se aireasen los antecedentes. El concepto 'comunidad nacional' lo acuñaron los austromarxistas (Adler, Bauer, Renner, Hilferding), socialistas vieneses que a comienzos del siglo XX trataron de redimir al marxismo del pensamiento marxista. Otto Bauer publicó en 1907 'La cuestión nacional y la socialdemocracia', donde definía el término 'nación' como «colectividad de los hombres unidos por una comunidad de destino en una comunidad de carácter». De aquí copió Primo de Rivera su definición de España como «una unidad de destino en lo universal», en el acto fundacional de la Falange, no digo más.


Este concepto austromarxista -Berlanga lo llamaría 'austrohúngaro'- fue una idea de izquierdas que sirvió a todos los fascismos del siglo XX. Fue el alma del Movimiento Nacional, una mesa de tres patas, que eran familia, municipio y sindicato. La comunidad nacional fue piedra angular de cinco de las siete Leyes Fundamentales del franquismo, (Fuero del Trabajo, Fuero de los Españoles, Ley Constitutiva de las Cortes, Ley de Principios del Movimiento Nacional y Ley Orgánica del Estado); del programa del Partido Obrero Alemán (DAP) de 1920, antecedente inmediato del Partido Nazi (NSDAP); el Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista de Chile, del pensamiento de Goebbels y Hitler (en 'Mein Kampf', cinco veces) y de la Constitución de Chile bajo la dictadura de Pinochet, entre otros. También usaron el concepto Benito Mussolini y Ramiro Ledesma Ramos.

Vistas las cosas a distancia, el PSC debería optar por una definición más propia y más explicativa:
Cataluña es una trepa-nación.