26 julio, 2008

Suso de Toro rides again


Suso vuelve a las páginas de El País con una reflexión más reflexionada sobre el Manifiesto por la Lengua Común. Y lo hace con una tribuna que lleva por título 'Futbolistas e intelectuales'. Los futbolistas son los de la Selección Española triunfadora en la Eurocopa. Los intelectuales, los firmantes del manifiesto "en defensa del castellano, al que llaman la lengua común".

Bien los primeros, mal los segundos. ¿A quién se le ocurre llamar 'común' a una lengua que Suso sabe que no lo es, quizá porque en su opinión, los españoles hablamos una koiné que no es el el castellano o español? ¿Hay una lengua que hablemos todos?¿El esperanto, quizá? ¿O no hablamos ninguna? Es de suponer que en las reuniones de los escritores de Galeusca, Suso habla en gallego y los vascos le responden en euskera. Este mismo artículo que publica hoy en El País no está escrito en la lengua común para que puedan leerlo al mismo tiempo vascos y catalanes bilingües y españoles monolingües; todo es una ilusión óptica.

La tribuna de Suso empieza con un terremoto y de ahí va creciendo en intensidad:

¿Y si tiene razón Pasqual Maragall, si no es posible una España compartida por todos y sólo es posible "conllevarse"? Hace unos años, uno aún creía que era posible España como proyecto compartido, pero una y otra vez se nos aparecen "dueños" y nos señalan nuestro lugar en el sótano.

La España actual es vista como la recuperación de la democracia en la forma de una monarquía parlamentaria y del reconocimiento institucional de sus nacionalidades; esos son nuestros rasgos para el mundo. El mundo no sabe que España ya vuelve a discutirse a sí misma; en ese proceso estamos o quizá estuvimos siempre desde que se aprobó la Constitución. Quizá no haya arreglo y vuelvo a la amarga constatación de Maragall que en su día le discutí y hoy ya no me atrevo.

Es probable que Suso no lo sepa, pero la idea que le atribuye a Maragall es de Ortega y Gasset. La expuso en su discurso en el Congreso de los Diputados el 13 de mayo de 1932, durante la discusión parlamentaria del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Hay un matiz y es que la disyuntiva de Maragall&De Toro (o España compartida o conllevarse) no tiene sentido, salvo como lo expresaba el verdadero padre del concepto:

Yo sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido y existen en otras naciones, es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar, y al decir esto, conste que significo con ello, no sólo que los demás españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los catalanes también tienen que conllevarse con los demás españoles (…)

Digo, pues, que el problema catalán es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar; que es un problema perpetuo, que ha sido siempre, antes de que existiese la unidad peninsular y seguirá siendo mientras España subsista; que es un problema perpetuo, y que a fuer de tal, repito, sólo se puede conllevar. (…) No nos presentéis vuestro afán en términos de soberanía, porque entonces no nos entenderemos. Presentadlo, planteadlo en términos de autonomía.

El País entresaca dos sumarios fantásticos:

La selección de fútbol catalizó una explosión de energía sobre una vivencia positiva de España

En su soberbia, los intelectuales del Manifiesto piensan que España es suya

Tampoco debe de saber que uno de los primeros firmantes del Manifiesto fue Iker Casillas, capitán de la selección y el principal artífice de su victoria en la Eurocopa.

Pie de foto.-Suso de Toro, en compañía de don José Ortega y Gasset durante la presentación de su libro, escrito todo él en la lengua que los intelectuales se empeñan en llamar 'común'
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Mármol que te quiero mármol



"Somos un país fuerte en empleo por nuestra perspectiva histórica" (José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, el mismo día en que El País colgaba el titular reproducido).

Hay que añadir en descargo del presidente, que las declaraciones precedentes fueron hechas después de su entrevista con Hugo Chávez y este hecho pudo afectar a su capacidad cognitiva y aumentar su innata tendencia al relativismo léxico, que ayer cruzaba la frontera de los números:
"No hay discrepancias (entre Corbacho y Solbes), todos los miembros del Gobierno trabajan con las mismas previsiones". Zapatero prefirió aquí pasar por alto que el ministro de Trabajo dijo que la tasa de paro en 2009 estaría por debajo del 11%, apenas unas horas antes de que Solbes vaticinara que llegará al 12,5%. "

O sea:
20.400.000>20.500.000; 11% de Corbacho=12,5% de Solbes,
tal como cuenta hoy el diario El País. Las matemáticas han de estar al servicio de la política; no la política al servicio de las matemáticas.



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