Las piernas de Hollywood ya no se mueven

Cyd Charisse ha muerto.

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Sin que sirva de precedente

Nuestro Señor Jesucristo
nació en un pesebre.
Donde menos se espera
salta la liebre.
(José Mª Carulla. La Biblia en verso)

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La alguacila alguacilada

El País publica hoy una información interesante, donde se da cuenta de que la juez de Valdemoro, Belén Pérez Fuentes,

"que acusó a Mª Emilia Casas, presidenta del Tribunal Constitucional, de un supuesto delito de asesoramiento ilegal por aconsejar a una abogada sobre un trámite para recurrir en amparo..."

consultó a quien había sido su preparador de oposiciones, el magistrado del Supremo Carlos Granado sobre el trámite para elevar al TS actuaciones contra una persona aforada. El Magistrado ha explicado los hechos:

"No hablamos más que del trámite, porque ella quería saber si lo que se eleva era un suplicatorio o cómo se hacía. Preguntó cómo se elevaban unas actuaciones al Supremo, pero sólo hablamos del trámite. (...) En ningún momento hablamos de que se trataba de la presidenta del Constitucional, ni del tema que era. Ni yo lo hubiera permitido. Me preguntó que si hay un aforado qué se hace, cuál es el trámite que se sigue, pero para nada supe de qué iba la historia".

Imaginemos la transposición de los términos entre ambas consultas: Mª Emilia Casas recibe una llamada, sólo hablan del trámite, en ningún caso se describe el caso ni se dan nombres, porque en otro caso, la presidenta "no lo hubiera permitido". No habría habido caso. Imaginen que en la consulta de la juez, ésta cuenta con pelos y señales al magistrado del TS de quién se trata y éste responde:

"Cuando el asunto llegue al Tribunal Supremo ya me vuelve a llamar".